Germán Cornaglia, de La Senia (Tarragona), es el maestro, para no decir artista motero del reciclaje, que vuelve a sorprendernos con esta obra que ha bautizado con el nombre de Macbeta, proyecto que sigue teniendo como norma básica aprovechar materiales usados.
Partiendo de una vieja Beta Trueba encontrada en el campo y que nadie reclamó, Cornaglia fabricó una estructura a su gusto, recortando el cuadro y alargándolo con tubos reciclados. Acto seguido extrajo el centro de la rueda de la Beta y lo acopló a una llanta de coche. De esta forma logró fijar el motor en línea y, como la corona no quedaba en línea con el piñón del motor, tuvo que desarrollar un sistema de relación en paralelo de tres piñones y dos cadenas para compensar el desplazamiento debido a la anchura de la rueda de coche.
El tanque de gasolina parte de un guardabarros que le sirvió de base para añadir la chapa del cartel publicitario de una constructora que quebró por la crisis. El manillar es de diseño propio -sale de los tubos sobrantes del cuadro-, al igual que las manetas de aluminio, estribos, escape, palanca de cambios, sillín y faro.
Uno de los trabajos más arduos fue el del basculante, debido a que el material utilizado era también el de… ¡la estructura del cartel publicitario! La Macbeta aprovecha la suspensión original en ambos ejes, amortiguador detrás y horquilla invertida delante.
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